Sentimientos encontrados

No quería ir a la escuela. Ayer recibí un mensaje inesperado. Sabía que tenía que ver a Daniela y no podía evitar que me hablara de su nuevo novio.Mi idea era llegar tarde al salón. Así la clase ya habría empezado y no tendría que saludarla, pero para mi mala suerte el profesor no llegó.

Lo primero que hizo Daniela cuando bajamos al patio fue enseñarme el mensaje de buenos días qué le mandó Marco. No sabía qué hacer: si felicitarla por su noviazgo o golpearla porque su novio es el chico que me gusta.Ella me dijo que me notaba un poco seria, si no me alegraba por ella, ya que había conseguido lo que quería. No contesté nada. Como siempre, solo sonreí.

¿Qué podía decirle yo? Era mi mejor amiga, aunque ahora lo dudo, ya que si es era amiga, le hubiera dicho que me gustaba Marco, y no lo hice.

     El día empeoró cuando llegó Marco y besó a Daniela. Sentí nauseas y mareos.  Estaba apunto de desmayarme.Parecía haber 50 elefantes en mi estómago. Empecé a sudar frío y de la nada rodó una lágrima por mi mejilla. Me vio Diego, me abrazó y me preguntó porqué estaba llorando. De nuevo, haciéndome la fuerte, solo sonreí.

Marco fue a saludarme y me pidió que hablara con él. Le contesté que sí ¿Qué podía perder? Me preguntó si había hecho bien al andar con Daniela. Le pregunté si él se sentía bien y me contestó que no.  Se justificó diciéndome que quería mucho a Dany pero que no siente nada al besarla. “¡Es mi amiga!” —contesté— “No quiero que juegues con ella. ¿Si no sientes nada, para qué la ilusionaste?”. Él se quedó callado y bajó la mirada. Corrí hacía la cafetería mientras Diego y Daniela veían cómo dejaba solo a Marco.

Ya sola y tomando un café ,empecé a reflexionar: Marco no sentía nada por Daniela, entonces ¿Qué hacía con ella? ¿Qué intentaba hacer? Es difícil ser amiga de los dos. Quería apoyar a Marco pero él estaba jugando con mi amiga. En ese momento muchos sentimientos encontrados pasaron por mi cuerpo. Sentía felicidad, tristeza, enojo, decepción, desilusión y tantas ganas de llorar...

De pronto sonó mi teléfono. ¡Era Daniela y estaba triste! Marco la había terminado. ¡No duraron ni un solo día!  ¿Pues qué pretende este menso?.